Un Gobierno para tiempos duros

   No es el Gobierno ideal. Faltan independientes, al menos uno, para dar veracidad a la promesa lanzada el día que Mariano Rajoy salió elegido: no excluir a nadie. El color azul inunda la legislatura.
   Se nota en falta un portavoz con espíritu de animador que no decaiga en estos tiempos duros.

Al menos ya contamos con el saco de los golpes, ese ministro/a donde todos los ciudadanos desahogarán su frustración.

En el debate de investidura se dejó traslucir el lenguaje florentino (demasiada educación y cortesía) en todos los grupos. Pero en el fondo los militantes hooligans no dejan de repetir en sus acres comentarios en los diarios eso de Te espero en la calle. 

   No nos engañemos la campaña de acoso y derribo que la oposición pretende más inteligente (con menos ruido/crispación) ya ha empezado. Aún antes de formar Gobierno llegaron las descalificaciones de algunos santones de nuestro periodismo que echaron más leña al fuego. Gabilondo dixit.

   Con la ETA, durmiente o hibernada, al nuevo Gobierno le ha salido un grano que de momento los medios mantienen en perfil bajo (poco noticiable). Pero cuidado con el caladero, hay una nueva kale borroka emergente en Galicia. Una pesadilla para el nuevo ejecutivo.

   Si queremos salir del pozo, por debajo del color azul y de la gaviota deberán crearse Observatorios, con expertos independientes o de todas las ideologías,que sirvan para vigilar los posibles pactos/acuerdos en materia de empleo, educación, energía… 

Posdata.- Publicado antes de que la quiniela del nuevo Gobierno saltara por los aires.