He aquí la postura inamovible del Partido Popular:
http://www.cincodias.com/articulo/economia/puntos-clave-reforma-pp/20111201cdscdieco_3/
Aún no se ha estrenado el nuevo Gobierno, ni siquiera existe, y ya están achacándole que va a tomar medidas extremas, obligado desde Bruselas, con la implantación manu militari de la Reforma Laboral. Con este desparpajo lo recoge un diario económico:
El presidente del PP se encontrará con el rechazo de los empresarios a que el Gobierno regule por decreto el sistema de negociación colectiva, mientras que los sindicatos le harán ver http://www.cincodias.com/articulo/economia/ceoe-sindicatos-ponen-guardia-reforma-laboral-decreto/20111130cdscdieco_4/su rechazo a una nueva reforma laboral...
El PP pretende "despojar" al empresario del miedo a la contratación e incentivar a las pymes. Así lo manifestó la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal. El PP estaría pensando también en una reducción de la tipología de contratos, explica el diario económico.
Pero todavía sorprende más que Mariano Rajoy sea capaz de hacer una tortilla sin romper los huevos, una habilidad que le adjudica el ABC: Crear empleo sin abaratar el despido http://www.abc.es/20111130/economia/abcp-rajoy-ultima-plan-choque-20111130.html
Mientras este país continúe con el paro al alza no se entienden encuestas como las que plantea la SER
Reforma laboral, ¿sí o no?- Al ciudadano de a pie cuando en casa, en la familia, encuentra posturas irreconciliables, le parece ver al Gobierno y a los agentes sociales ante la reforma laboral. Son una familia mal avenida, sentencia. El mercado laboral español se obstina en mantener la mayor tasa de empleo temporal de Europa. La destrucción de empleo varía según la situación profesional. Para invertir esta siniestra tendencia,la OCDE insta a España a reformar la normativa de protección de los empleados, ya que "es tanta la protección de los empleados fijos que apenas se fomenta la movilidad y la incorporación de nuevos empleados". ¿Por qué no se lleva a cabo una reforma laboral en profundidad en España que acabe con la sangría de parados? De entrada es una medida drástica como aplicar cirugía en un enfermo que tiene un coste electoral muy alto. Zapatero por no hacerla también lo ha pagado, aparte su desastrosa gestión de la crisis.
En el verano de 2002 el Gobierno de Aznar padeció una huelga general, al aplicar ‘mano militari’ -como la que algunos barruntan para después de reyes- una reforma laboral de urgencia. El decreto para la reforma del desempleo, popularmente conocido como decretazo, tenía como objetivo animar a los parados a que dejaran de vivir del subsidio y a que buscaran trabajo en serio. Ante el temor al recorte de prestaciones sociales las calles se llenaron de manifestantes cabreados. Con anterioridad, en 1988, fue el Gobierno de Felipe González el que tuvo que hacer frente a una huelga general. La única vía posible pasa por una agenda de reformas estructurales muy ambiciosa. No hay otra. Ni hay color político que la frene. El reparto del mercado de trabajo es urgente.
Mientras este país continúe con el paro al alza no se entienden encuestas como las que plantea la SER
Reforma laboral, ¿sí o no?- Al ciudadano de a pie cuando en casa, en la familia, encuentra posturas irreconciliables, le parece ver al Gobierno y a los agentes sociales ante la reforma laboral. Son una familia mal avenida, sentencia. El mercado laboral español se obstina en mantener la mayor tasa de empleo temporal de Europa. La destrucción de empleo varía según la situación profesional. Para invertir esta siniestra tendencia,
En el verano de 2002 el Gobierno de Aznar padeció una huelga general, al aplicar ‘mano militari’ -como la que algunos barruntan para después de reyes- una reforma laboral de urgencia. El decreto para la reforma del desempleo, popularmente conocido como decretazo, tenía como objetivo animar a los parados a que dejaran de vivir del subsidio y a que buscaran trabajo en serio. Ante el temor al recorte de prestaciones sociales las calles se llenaron de manifestantes cabreados. Con anterioridad, en 1988, fue el Gobierno de Felipe González el que tuvo que hacer frente a una huelga general. La única vía posible pasa por una agenda de reformas estructurales muy ambiciosa. No hay otra. Ni hay color político que la frene. El reparto del mercado de trabajo es urgente.
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