Por el bien de España el presidente echa una cabezadita. Muy pronto se escucha el corretear de las ovejitas y le llega un aire muy fresco (Viri le ha puesto el humidificador, la habitación apesta al puro recién apagado). “Sigue así, Mariano, descansa en tu conciencia tranquila”, le dice su mujer. El presidente ya se cree dormido cuando le despierta un lastimero aullido. Las ovejas corretean despavoridas y Mariano empieza a sudar la gota gorda (esa gota fría, antes llamada ‘prima deriesgo’ en que ha sumido a España). Mariano se remueve intranquilo en el sobre. “No hagas caso, es solo una leve pesadilla”, le anima Viri. “Descansa, Mariano, España te necesita”, le susurra mientras entorna la puerta. El lastimero aullido penetra en el hombre tranquilo.
- - ¡Dios mío! ¿qué haces tú en medio del rebaño?
Déjame conciliar el sueño, cómo habíamos pactado.
- - Presidente, primero me apoyaste, pero ahora me
has traicionado…
Mariano
siente escalofríos, las ovejas balan despavoridas. Se escucha un zarpazo. El
lobo ha entrado en la habitación y aúlla sobre la conciencia tranquila.
- - ¡Bárcenas! Déjate ya de bromas.
- - Presidente, estamos en carnavales. Soy el
lobo que devorará a España.
- - ¿Tú? Siempre te vi muy ambiciosa.
- - Nada hay más fácil que hacerte la cama.
- - Yo creía que era Esperanza quien me pretendía...
- Picaste el anzuelo, Mariano. Ahora ya puedes dormir tranquilo. Los 'sorayos' se aprestan a tomar España...
No hay comentarios:
Publicar un comentario