En este país no tenemos vergüenza y tiramos con bala contra los más necesitados. Siento decirsélo al PP, en el incómodo y arrogante Gobierno, y al PSOE, en su triste y anodina oposición, pero Robin Hood ha vuelto para quedarse.
El asalto a los hiper, ha sido tan testimonial como necesario para poner a los grandes partidos contra la pared. Pero no lo ha inventado Gordillo. En París lo sufrieron en 2008 -teclear Monoprix, Lafayette...-y nadie se rasgó las vestiduras. En Francia, cuando alguien (un empresario) no pagaba, se le retenía en la fábrica y la 'violenta' postura de los trabajadores era apoyada por la mayoría de los ciudadanos franceses y hasta por políticos de renombre.
¿Qué trato de decir con todo esto? Es fácil de adivinar, la miseria que nos invade necesita de un 'pepitogrillo' que asuste a los bienpensantes y les haga pensar de verdad. Entre hurtar y robar hay una grande y sutil diferencia (y no voy a poner ejemplos en boca de todos); o tal vez sí: le robo el desempleo de 390 euros a los parados por 'avería técnica', mientras apruebo el hurto de 300.000 euros anuales para los banqueros. Entre tanto, el 'contador de la muerte' que sirve para medir el grado de insensibilidad de este país sigue avanzando: indigentes, sin hogar, excluidos...
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