Mas y Rajoy o Rajoy y Mas son dos políticos tan
mediocres que hasta se parecen en la forma de devolverse los favores. El ataque
frontal del Gobierno de Rajoy contra todo lo que lleva el apelativo catalán –sobre
todo su rechazo al Estatut por lo que los populares han llegado a pedir perdón-
se ha vuelto en su contra. Nunca hubo tantos en la derecha catalana (léase
Ciu/CDC) por abrazar la independencia.
Si las torpezas del Gobierno de Rajoy dieron
alas a los independentistas, la egolatría de Artur Mas le devuelve la pelota al
presidente más anodino de este país y le pone en bandeja al PP su mensaje
unívoco de cara al 20-D: la unidad de España. Cuántas más veces anuncie Mas la
ruptura de Catalunya con España más españolitos patrios estará creando. Rajoy
le dio aire a la cometa soberanista de Mas y este le inyecta oxígeno a un PP
moribundo. El presidente ha citado en La Moncloa a toque de rebato a los
líderes de la oposición. Estos han acudido fieles a la llamada de la unidad y también
le han insuflado oxígeno a un Rajoy que estaba en caída libre.
Las elecciones del 20-D no son para el PP
para elegir un nuevo gobierno que acabe con el paro y la corrupción, más bien parecen
haber sido convocadas para refrendar la unidad de España recogida en La
Constitución.
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