Esta foto con su mujer, Begoña Fernández, en el mercadillo de Mojácar en Almería, lo dice todo del socialista Pedro Sánchez.
La pareja posaba a primeros de agosto, en plenas vacaciones, delante del muestrario de melocotones, judías, berenjenas y pepinillos, igual que lo haría ante un expositor de joyas de Tiffany con lapislázuli u otras piedras preciosas.
La foto le mantiene al presunto regenerador del socialismo tan alejado de los ciudadanos como al presidente y registrador Mariano Rajoy.
Pero el de La Moncloa, aconsejado por su asesor, tomaría un melocotón en la mano y hasta le daría un mordisco.
Pedro Sánchez no lo haría para evitar mancharse la camisa blanca y el pantalón azul de verano. Su mujer, Begoña Fernández, mira atentamente el muestrario sin intención alguna de hacer la compra.
Algo tengo muy claro: el impostado Pedro Sánchez no llegará muy lejos. Los ciudadanos no buscan poses para la galería, exigen soluciones a una crisis que los devora. Con una oposición tan inmaculada, el registrador puede dormir tranquilo.
* 24 horas de escrito este suelto: el inefable Sánchez llamó a un programa del corazón, por decirlo suavemente. Para él como para otros políticos: el fin justifica los medios. Acabará de columnista en El Mundo junto a Zapatero al que tanto se parece.
hombre y todo eso lo has sacado de una foto? tu eres sherlock holmes. Elemental
ResponderEliminarLa escenografía les delata
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