¿Los liberales y los
conservadores reaccionan de manera diferente a la desinformación? ¿Cuántas
conversaciones políticas están sucediendo online? ¿La desinformación
proporcionada por un bot tiene efectos diferentes a nosotros que la
desinformación proporcionada por una persona real? Un informe publicado
por la Hewlett
Foundation, Medios
sociales, polarización política y desinformación política: una revisión de la
literatura científica, tiene como objetivo presentar lo que
hacemos y lo que no sabemos sobre la relación entre esos temas.
Los autores del informe
declaran que las redes sociales no son “ni intrínsecamente democráticas ni
antidemocráticas, sino simplemente un escenario en el que los actores políticos
-algunos que pueden ser democráticos y otros que pueden ser antidemocráticos-
pueden competir por el poder y la influencia”. Los autores deliberadamente
decidieron no vincular el uso de las redes sociales con la calidad de la democracia; las
redes sociales no son intrínsecamente democráticas ni antidemocráticas,
escriben, “sino simplemente un escenario en el que los actores políticos
-algunos que pueden ser democráticos y otros que pueden ser antidemocráticos-
pueden competir por el poder y la influencia”. (En 2010, el Diario of Democracy
presentó un artículo sobre las redes sociales titulado Tecnología
de liberación. En 2017, la misma revista se preguntaba: ¿Puede
la democracia sobrevivir en Internet?
Si la desinformación o la
polarización política afectan a conservadores y liberales de manera diferente,
entonces este tipo de investigación parecería ser particularmente importante
para seguir adelante. ¿Cómo reaccionan los individuos cuando están expuestos a
la desinformación? Algunos investigadores han encontrado un efecto de “retroceso
o boomerang”, en el que la gente clava los talones aún más fuertemente en su
posición original cuando se expone a información que la contradice.
Diversos estudios sobre el
grado en que la desinformación compartida en las redes sociales tiene algún
efecto sobre las creencias políticas de los ciudadanos o si aumenta la
polarización, tienen hallazgos contradictorios, en parte porque los estudios
usan definiciones diferentes de lo que son la desinformación y la
polarización. “A veces las diferencias entre rumores, información falsa,
información engañosa e información hiperpartidista son borrosas”. Además, no se
trata solo de por quién se vota: necesitamos más investigación sobre cómo la
exposición a la desinformación afecta los puntos de vista de las personas sobre
diversos temas, su interés general en política, y su confianza en las
instituciones.
Los estudios
generalmente tratan sobre una plataforma, pero muchas personas se encuentran en
múltiples plataformas (incluidos medios sin conexión). La mayoría de las
investigaciones en redes sociales se enfoca en Twitter como señaló
recientemente Jonathan
Albright. Twitter no está donde están la mayoría de las personas. Facebook
sí, pero no tenemos mucha investigación sobre cómo el uso de Facebook afecta la
política. (Facebook es difícil de analizar).
El informe también exige un
mayor análisis de los resultados de búsqueda de Google. Y luego están los
medios tradicionales: ¿Cómo interactúan con las redes sociales? ¿Cuánto
están “migrando los rumores políticos de las redes sociales” hacia las
historias de los medios tradicionales? ¿Cuáles son las estrategias de las
redes sociales de los medios hiperpartidarios?
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